SA国际传媒

XXV Jornada de Pastoral Social de Buenos Aires XXV Jornada de Pastoral Social de Buenos Aires

El Papa: El Esp铆ritu nos moviliza para que vivamos la profec铆a de la fraternidad

Este 15 de noviembre, se dio a conocer la Carta que el Santo Padre envi贸 a los participantes de la XXV Jornada de Pastoral Social de la Arquidi贸cesis de Buenos Aires, Argentina. En la misiva, el Pont铆fice expresa su preocupaci贸n por 鈥渆l crecimiento de polarizaciones y extremismos que impiden construir y encontrarse en un 芦nosotros禄 com煤n鈥.

Renato Martinez 鈥 Ciudad del Vaticano

鈥淟os aliento a seguir este camino, no van solos. Recuerden que son hijos e hijas de una historia y de una Iglesia «que es gloriosa por ser historia de sacrificios, de esperanza, de lucha cotidiana, de vida deshilachada en el servicio, de constancia en el trabajo que cansa, porque todo trabajo es sudor de frente»鈥, lo escribe el Papa Francisco en la Carta enviada a los participantes de la XXV Jornada de Pastoral Social de la Arquidiócesis de Buenos Aires, Argentina, que se realizó este 12 de noviembre, en el Auditorio de la Federación de Obreros y Empleados Telefónicos de la República Argentina (Foetra), en el barrio porteño de Almagro.

Vivamos la profecía de la fraternidad

La misiva del Santo Padre fue leída el sábado pasado durante la XXV Jornada de Pastoral Social de Buenos Aires, que este año se centra en el tema de 鈥淟a Nación como comunidad de destino鈥. A los participantes, el Pontífice les recuerda que, su compromiso revela 鈥渓a necesidad e importancia de esta sana costumbre鈥.

鈥淰uestro compromiso no consiste solamente en acciones o en programas de promoción y asistencia; lo que el Espíritu moviliza no es un desborde activista sino ante todo una atención creativa y respetuosa que aprendió a reconocer al otro como a un hermano (Cfr. Evangelii Gaudium, 199). El Espíritu nos moviliza para que vivamos la profecía de la fraternidad鈥.

El crecimiento de polarizaciones y extremismos

El Papa Francisco también invitó a los participantes en este evento a imaginar un futuro posible, y para ello es necesario dar una mirada a la situación mundial. Es necesario tener presente las guerras con su amenaza nuclear, la reciente pandemia y sus consecuencias en diferentes niveles, la crisis ecológica y migratoria, el aumento de la cultura de la explotación y el descarte鈥 problemáticas a las que se podrían sumar las situaciones locales.

鈥淒etrás de estas realidades, como música de fondo, me preocupa el crecimiento de polarizaciones y extremismos que impiden construir y encontrarse en un «nosotros» común. Son muchos los conflictos que el repliegue en trincheras, tantas veces, ideológicas impiden solucionar. Poco a poco se erosionó el sentido de pertenencia capaz de romper la tiranía de la división y el enfrentamiento para posibilitar, con todas ·las diferencias legítimas que puedan existir, la congruencia de las voluntades en la búsqueda del bien común; que es mucho más que la suma de bienes individuales鈥.

Recuperar nuestra capacidad de diálogo

Ante el crecimiento de estas polarizaciones que, corroe todo intento de soluciones y lo único que instala es desazón y descreimiento, el Santo Padre destacó que es necesario recuperar nuestra capacidad de diálogo para encontrar caminos de solución.

鈥淓n este contexto es imperioso recuperar nuestra capacidad de diálogo, esto es, acercarse, escucharse, conocerse y reconocerse para buscar puntos de contacto que nos ayuden a trascender. Para ayudarnos mutuamente necesitamos dialogar. En reiteradas ocasiones invité a desarrollar una cultura del encuentro, que vaya más allá de las dialécticas que enfrentan. Es un estilo de vida, de cultura y ciudadanía que tiende a conformar ese poliedro que consiente muchas facetas sin perder la unidad鈥.

El lugar de la esperanza es el aquí y ahora

Finalmente, el Santo Padre concluyó su misiva recordando que, son hijos e hijas de una historia y de una Iglesia que es gloriosa por ser historia de sacrificios, de esperanza, de lucha cotidiana, de vida deshilachada en el servicio, de constancia en el trabajo que cansa, porque todo trabajo es sudor de frente.

鈥淪abemos que las acciones y transformaciones posibles crecen y se desarrollan en la misma tierra que es capaz de engendrar la cizaña. El lugar de la esperanza es el aquí y ahora y está reservado para aquellos que no tengan miedo de aceptar, como el Señor nos indicó, que trigo y cizaña crecen juntas (cfr. Mt 13, 24-30). Sin esta perspectiva será muy difícil promover cualquier acción y emprendimiento que quiera impulsar, como señala la convocatoria de este año: La Argentina como comunidad de destino鈥.

Gracias por haber le铆do este art铆culo. Si desea mantenerse actualizado, suscr铆base al bolet铆n pulsando aqu铆

15 noviembre 2022, 15:00