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Manuel Cubías 鈥� Ciudad del Vaticano

Los obispos de El Salvador han dirigido un a todos los ciudadanos del país. En él expresan su cercanía a la población, así como invitan a estar confiados porque 鈥渦na cosa es segura: Cristo resucitado está a nuestro lado y no nos abandonará鈥�. A este acto de fe, añaden: 鈥淓l coronavirus no es un castigo de Dios鈥�. Por eso, 鈥淵 una profunda convicción nos pacifica: que estamos en las manos de Dios鈥�.

De esta realidad, afirman los obispos, dan testimonio familias que han profundizado en su vivencia de fe; 鈥�¡hogares se han convertido en pequeños templos donde se habla con Dios!鈥�; así como el personal sanitario, autoridades y personas que realizan labores esenciales, que no por su sencillez son menos importantes.

鈥淟a paz esté con ustedes鈥�

Los prelados convidan al pueblo a ser partícipes de la paz que da Jesús. Ellos conocen que en el presente momento este don no es fácil de vivir, pues lo que ocurre en el país, se ve multiplicado en Europa o los Estados Unidos, donde viven muchos compatriotas. Pero, en medio de esa realidad, muchas cosas están cambiando a raíz de la pandemia. 鈥淗ay que repensar el futuro. Por eso el Papa Francisco ha pedido a toda la Iglesia: 鈥淥remos por los gobernantes, los científicos, los políticos, que han comenzado a estudiar el camino de salida, la post-pandemia, este 鈥榙espués鈥� que ya ha comenzado: para que encuentren el camino correcto, siempre en favor de la gente, siempre en favor del pueblo鈥� (Al inicio de la misa del 13 de abril 2020).

Encontrar el camino: la persona en el centro

Los pastores se preguntan: 鈥�¿Qué significa encontrar el camino correcto? Así responde el Santo Padre: 鈥淓spero que este momento de peligro nos saque del piloto automático, sacuda nuestras conciencias dormidas y permita una conversión humanista y ecológica que termine con la idolatría del dinero y ponga la dignidad y la vida en el centro鈥�. Y continúan: 鈥淓se es el dilema: o ponemos en el centro a la persona humana o al dios dinero鈥�.

Exhortaciones: cuidar de los más vulnerables

En el mensaje, los obispos exhortan a algunos sectores de la sociedad a dar lo mejor de sí por el bien de los más pobres y vulnerables: primero se refieren a los poderes del Estado a quienes llaman a proteger a todos los salvadoreños. Segundo, a los empresarios, a quienes llaman a mantener los puestos de trabajo y no dejar que la crisis impacte solo a los trabajadores. En tercer lugar, agradecen a los sacerdotes por 鈥渆star pendientes de su rebaño鈥� y a todos los agentes de pastoral, laicos, religiosos y religiosas por 鈥渆l inestimable servicio que prestan鈥�.

Los obispos se despiden llamando la atención a no ser presa del 鈥渧irus de la indiferencia ante el dolor de los hermanos y hermanas más débiles鈥�, así como a poner 鈥渆n el centro el bien de la persona; sería un grave error poner el dinero y la ganancia como lo más importante鈥�.

鈥淓n este grave momento histórico de pandemia, invocamos a Cristo Resucitado, por intercesión de la Reina de la Paz y nuestro amado San Oscar Romero, implorando su misericordia, su protección y bendición para nuestro pueblo y para todos los pueblos del mundo鈥�.